domingo, 31 de julio de 2016

domingo, 10 de julio de 2016

Relaciones entre “Despiertos” y “Dormidos”





Una de las cuestiones mas frecuentes que aparecen a todos aquellos que inician
un camino de crecimiento consciente, es la de cómo mantener una relación,
sobretodo de pareja, con una persona que, supuestamente, no ha despertado.

Para eso lo primero que habría que definir es el significado de “DESPERTAR
ESPIRITUAL”. Este termino se usa generalmente para definir o distinguir a
aquellos que han iniciado o iniciaron un camino de evolución, crecimiento y
expansión conscientes, de aquellos que sencillamente eligen vivir sin plantearse
el porqué les pasan las cosas que les pasan, sin indagar en su interior para
reencontrarse, reconocerse y conectarse con el TODO que son.

Si no pudieramos relacionarnos con otras personas simplemente porque no ven la
vida de la misma manera que nosotros, entonces no podríamos relacionarnos con
nadie…Precisamente cuando alguien ha despertado espiritualmente (que es
despertar a la Vida) es cuando más puede relacionarse con cualquier persona, de
cualquier índole, porque ha entrado en conexión con su Yo interior…y no necesita
cambiar a nadie, ni que nadie esté en el mismo punto de consciencia que ella o
él para poder mantener una buena relación.
Tu única responsabilidad es para contigo, mantenerte coherente con tu interior.
La única manera en que una relación no es posible es cuando resulta perjudicial.

Una cualidad de las personas que han adquirido una consciencia despierta es la
FLEXIBILIDAD, la capacidad de adaptación sin guerras internas, que son, al fin y
al cabo, las que nos llevan a la critica y al juicio de los demás..No me puedo
cambiar yo, voy a intentar cambiar al otro.

Flexibilidad, paz, ternura, respeto y empatía son cualidades del alma completa,
del alma despierta y en armonía con el TODO que es la Vida en todas sus
manifestaciones, con el TODO que se es y se percibe en cada vida que habita la Vida.

Recuerda…ritmo y tempo, cada alma tiene el suyo y cada ser humano solo es
responsable de su alma.

ELVIRA LOPEZ DEL PRADO