martes, 17 de junio de 2014

SOLIDARIDAD

 
Solidaridad no es sólo dar lo que nos sobra. Es un sentido de la justicia que se aplica aquí y allá, donde sea necesario, sin distinción de condiciones ni circunstancias. Un sentido especial de la justicia que nos coloca siempre a favor de los débiles, de los oprimidos, de los que han recibido menos, de los que luchan por difíciles causas justas.

Solidaridad es generosidad, amor, lealtad, comprensión de los problemas de los demás, disposición a ayudar. Se opone al egoismo, a la cicatería, al cálculo interesado en beneficio propio.
Solidaridad es también preocupación por la casa común de todos. Ser solidarios con las generaciones futuras es entregarles un planeta confortable, aunque ello implique renunciar en nuestras comodidades diarias. Para que la solidaridad sea un valor útil en nuestro mundo actual tiene que ser compartida, exige un esfuerzo de todos nosotros, aunque parezca que es poco lo que podemos hacer. La suma de todas nuestras minúsculas acciones empujará con fuerza la construcción de un mundo nuevo en el que impere la justicia.

Ayudar a los demás es la tarea más noble que el ser humano puede realizar. La ayuda a la Humanidad figura en el nivel máximo, el de la naturaleza de Bodhisattva, que precede al estado de Buda o realización plena. La ayuda a los demás eleva a éstos y te engrandece a ti. Comprende que hay diversas maneras de llevarles tu apoyo una la más básica, consiste en alegrarte del bien ajeno; otra es desearles el bien. Y la última y más elevada, en realizar acciones concretas de ayuda para liberarlos del sufrimiento. Elige tu manera de contribuir y sea cual sea ésta, afirma tu voluntad cada dia diciendo: “que todos los seres del Universo disfruten de salud, alegria y bienestar.” Así sea, hecho está.


Si enciendes un fuego,
habrá menos frío en el invierno.
Si irradias tu alegría,
habrá menos tristezas en el mundo.
Si esperas cambiar tú cuando haya
cambiado el mundo,
morirás sin haber vivido;
Si comienzas cambiando tú, ya estás cambiando el mundo...

Qué es el hombre sin los animales? Si desaparecieran todos los animales, los hombres morirían debido a una gran soledad de espíritu, ya que cualquier cosa que le pase al animal, también le pasa al hombre. Cualquier cosa que le sucede a la tierra le sucede al hijo de la tierra."Jefe Seattle de la Tribu Duwamish, estado de Washington, carta al presidente Franklin Pierce, 1855

 

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