«El Arte Unificará toda la Humanidad. El Arte es uno e
indivisible. El Arte es la manifestación de la síntesis universal. El Arte es
de todos… Llevad el Arte al pueblo, a quien pertenece. Debemos tener no solo
museos, teatros, universidades, bibliotecas, estaciones de tren y hospitales
decorados y llenos de belleza, como también las prisiones. Cuando esto ocurra,
no necesitaremos más prisiones…
La verdadera paz, la verdadera unidad, es el deseo del
corazón humano… [el hombre] quiere amar y abrirse a la realización de la
Sublime Belleza. En la superior comprensión de la belleza y la sabiduría todas
las divisiones convencionales desaparecen… todos los símbolos de la humanidad
tienen el mismo significado, la oración sagrada: Paz y Unidad.»
Nikolai
Roerich.
SOBRE
EL SIGNIFICADO DE LA SALUD.
DR.
EDWARD BACH. LIBÉRENSE A USTEDES MISMOS.
1932
ES DE
PRIMORDIAL IMPORTANCIA QUE EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD
SEA CLARAMENTE COMPRENDIDO. LA SALUD ES
NUESTRA HERENCIA, NUESTRO DERECHO. ES LA UNIÓN TOTAL Y ABSOLUTA ENTRE EL ALMA,
LA MENTE Y EL CUERPO Y NO ES UN IDEAL DEMASIADO LEJANO NI DIFICIL DE ALCANZAR,
POR EL CONTRARIO, ES TAN FÁCIL Y NATURAL QUE HA PASADO DESAPERCIBIDO PARA
MUCHOS DE NOSOTROS.
TODAS
LAS COSAS TERRENALES NO SON MÁS QUE INTERPRETACIONES DE LAS COSAS ESPIRITUALES.
LA MÁS PEQUEÑA E INSIGNIFICANTE DE LAS OCURRENCIAS TIENE DETRÁS UN PROPÓSITO
DIVINO.
CADA
UNO DE NOSOTROS TIENE UNA MISIÓN DIVINA EN ESTE MUNDO Y NUESTRAS ALMAS USAN
NUESTRAS MENTES Y NUESTROS CUERPOS COMO INSTRUMENTOS PARA LA REALIZACIÓN DE
ESTA TAREA; DE ESTA FORMA, CUANDO LOS TRES ESTÁN TRABAJANDO AL UNISONO, EL
RESULTADO ES LA SALUD Y LA FELICIDAD PERFECTA.
TU ERES EL RESPONSABLE DE TU VIDA CON LAS ELECCIONES
QUE HACES EN EL TIEMPO QUE SE TE HA CONCEDIDO.
HERMAN
HESSE
"La
vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el
esbozo de un sendero. Ningún hombre ha llegado a ser él mismo por completo; sin
embargo, cada cual aspira a llegar, los unos a ciegas, los otros con más luz, cada cual
como puede".
“El
que quiere nacer tiene que romper un mundo”.
Así
como Hesse abandonó el hogar burgués y se convirtió en peregrino del camino
espiritual, Sidharta vive todas las experiencias. El encuentro con los samanas
del bosque, con el Buda, con la cortesana y el comerciante; las renuncias y los
sufrimientos son caminos que debió recorrer para llegar a sí mismo, a la
esencia del ser, a la paz del alma después de arriesgar el cuerpo. En “Demian”,
“Sidharta” y “El lobo estepario”, el autor señala que el camino hacia el
paraíso pasa a través del infierno.
Siddhartha Siendo éste un
libro que ya tiene más de setenta años, impresiona su actualidad, su capacidad
para interpretar los problemas actuales del hombre, especialmente en esta
sociedad en que el ser humano busca otra cosa externa para poder saciar su sed
de verdad, el anhelo intrínseco de cada persona por encontrar un motivo de ser,
una razón para vivir.
,
Hermann Hesse escribió "Steppen Wolf" (El Lobo Estepario, 1927),
especie de acusación contra una época sin cultura, en que los instintos del
lobo están próximos al Yo civilizado del hombre. Hesse preconizó, en esta obra,
la necesidad de conciliar la naturaleza con el espíritu, de franquear el abismo
entre el hombre y el lobo, fusionando la energía primitiva de este último con
la espiritualidad del primero, a condición de no dividir al ser humano en dos
mitades enemigas.
Alcanzar
«espíritu y verdad». Para alcanzarlos hay que dedicarse a la meditación,
ejercicio psíquico a través del cual la persona individual queda neutralizada y
su alma, gracias a la ensimismación, interioriza su participación a la «unidad
de la vida».
Herman
Hesse escribió: Como toda floración marchita, y toda juventud
con la edad decae, así florece cada etapa de la vida,
florece cada sabiduría y cada virtud
a su tiempo, y no debe durar eternamente.
El corazón, a cada llamada de la vida,
debe estar presto a la despedida y recomienzo,
para entregarse con valor, sin luto,
a otras nuevas ligazones.
Cada comenzar está lleno de un encanto
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Hemos de atravesar alegres espacio tras espacio,
no depender de hogar alguno,
el espíritu del mundo no quiere atarnos ni angostarnos,
quiere levantarnos peldaño tras peldaño, ampliarnos.
Apenas nos aclimatamos a un círculo de vida,
y nos acostumbramos confiadamente, cuando ya amenaza el adormecimiento,
solamente el que está preparado al rompimiento y al viaje puede escapar del paralizador acostumbrarse.
Quizá todavía la hora de la muerte
nos envíe espacios nuevos,
nunca tendrá fin en nosotros la llamada de la vida...
¡Bien, pues, corazón, despiértate y sana!
con la edad decae, así florece cada etapa de la vida,
florece cada sabiduría y cada virtud
a su tiempo, y no debe durar eternamente.
El corazón, a cada llamada de la vida,
debe estar presto a la despedida y recomienzo,
para entregarse con valor, sin luto,
a otras nuevas ligazones.
Cada comenzar está lleno de un encanto
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Hemos de atravesar alegres espacio tras espacio,
no depender de hogar alguno,
el espíritu del mundo no quiere atarnos ni angostarnos,
quiere levantarnos peldaño tras peldaño, ampliarnos.
Apenas nos aclimatamos a un círculo de vida,
y nos acostumbramos confiadamente, cuando ya amenaza el adormecimiento,
solamente el que está preparado al rompimiento y al viaje puede escapar del paralizador acostumbrarse.
Quizá todavía la hora de la muerte
nos envíe espacios nuevos,
nunca tendrá fin en nosotros la llamada de la vida...
¡Bien, pues, corazón, despiértate y sana!
que
para todas las imágenes y los fenómenos del mundo hay en el fondo de tu corazón
una respuesta, y que todo te concierne y de todo debes saber cuanto es posible
que sepa un ser humano.
Aquel que tuviera la
llave para ello, no debía solamente reconocer un animal por su rastro, una
planta por sus raíces y semillas; debía abarcar el conjunto del universo, las
estrellas, los espíritus, los hombres, los animales, las medicinas y los
venenos, todo, y por cada parte y cada signo saber de lo restante.
Las tres etapas del
crecimiento
Hesse sostenía, junto con otros autores y tradiciones religiosas, que el hombre nace en la inocencia - primera etapa - luego pasa al conocimiento, a los conflictos y a la desesperación - segunda etapa - y puede lograr, pocas veces, una vuelta a la inocencia - tercera etapa - como un estado espiritual y de servicio a la comunidad. Esta inocencia responsable es el logro del ser humano más evolucionado. El cree que sólo los artistas, los filósofos y los santos pueden llegar a esta etapa, luego de un largo camino de desengaño y crisis con el mundo habitual de la cultura y el conocimiento común. Se lograría una superación de los conflictos, unir los opuestos, encarnar y hacer vida los valores más altos de la cultura. La mayoría de las novelas de Hesse suceden en la segunda etapa, en que los personajes toman consciencia de las contradicciones internas y externas, de la lucha permanente, y buscan un camino de salida, lograr su individuación y abrirse paso a una vida espiritual.
Esta visión en tres etapas también se ha llamado Visión Milenaria: al término del milenio la humanidad se redimiría y podría pasar a un mundo espiritual.
Hesse sostenía, junto con otros autores y tradiciones religiosas, que el hombre nace en la inocencia - primera etapa - luego pasa al conocimiento, a los conflictos y a la desesperación - segunda etapa - y puede lograr, pocas veces, una vuelta a la inocencia - tercera etapa - como un estado espiritual y de servicio a la comunidad. Esta inocencia responsable es el logro del ser humano más evolucionado. El cree que sólo los artistas, los filósofos y los santos pueden llegar a esta etapa, luego de un largo camino de desengaño y crisis con el mundo habitual de la cultura y el conocimiento común. Se lograría una superación de los conflictos, unir los opuestos, encarnar y hacer vida los valores más altos de la cultura. La mayoría de las novelas de Hesse suceden en la segunda etapa, en que los personajes toman consciencia de las contradicciones internas y externas, de la lucha permanente, y buscan un camino de salida, lograr su individuación y abrirse paso a una vida espiritual.
Esta visión en tres etapas también se ha llamado Visión Milenaria: al término del milenio la humanidad se redimiría y podría pasar a un mundo espiritual.
En la puerta de su
casa habia este letrero:
"Cuando uno es
viejo y su trabajo está acabado,
tiene derecho, en la quietud, a trabar amistad con la muerte.
No necesita a los hombres. Los conoce; ya los ha visto bastante.
Lo que necesita es tranquilidad.
No está bien buscar a este hombre, abordarlo,
molestarlo con charla.
Lo correcto es pasar por la puerta de su casa
como si nadie viviera aquí".
tiene derecho, en la quietud, a trabar amistad con la muerte.
No necesita a los hombres. Los conoce; ya los ha visto bastante.
Lo que necesita es tranquilidad.
No está bien buscar a este hombre, abordarlo,
molestarlo con charla.
Lo correcto es pasar por la puerta de su casa
como si nadie viviera aquí".
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